En Ejea la vida transcurre placidamente, los niños acuden al colegio, las casas se llenan de vida, el hospital atiende a los enfermos, correos siempre al servicio del ciudadano.
Todo es normal, menos un incendio declarado en unas viviendas. Bomberos y fuerzas de seguridad acuden en ayuda de las personas que lo necesiten.



Autores, Clements y Amparico

 

Menos mal que nuestros queridos kekos cuentan siempre con un efectivo parque de bomberos 

Siempre es precioso ver un despliegue de efectivos. Mi enhorabuena a los autores

 

Muy bien

Plácidamente dice, y tenéis el pueblo en llamas !!!