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Ratoon (derecha) con el certificado del Guinness World Record.

Ficha técnica del socio

Nick: Ratoon
Nombre: Ángel
Edad: 48
Ciudad: Barbastro
En Aesclick desde: el principio de Aesclick
Nº de clicks: más de 10 elevado a cierta potencia
Temática favorita: Oeste
Curiosidades: Fui un acaparador compulsivo

¿A qué edad tuviste tu primer Playmobil? ¿Cuál fue? ¿Lo conservas?
Pasé muchas veces ante un escaparate de una tienda de Barbastro, pegando la nariz donde estaba expuesto «el fuerte»… tenía 8 años (1974/75). Finalmente, en Navidad, Los Reyes lo trajeron a casa. Indescriptible.

¿Y a qué edad empezaste a coleccionarlos?
Cuando dejé de jugar con ellos. Fue lo único que quedó de mi infancia… y todavía están aquí.

¿Qué son los Playmobil para ti?
Han sido los propietarios casi exclusivos de mi tiempo libre, hasta hace poco. Me han dado mucho: amigos, viajes, experiencias inolvidables… algún desencanto también, sobre todo, últimamente.

¿Qué te aportan los Playmobil que no te aporten otros muñecos?
No sabría decirte… pero tienen ese «no sé qué, que qué sé yo» que nunca encontré en otros juguetes.

¿Qué opina tu familia o tus amigos de que colecciones Playmobil?
Jejeje… al principio, ya sabes, no lo acababan de comprender. Al final, todos han acabado sucumbiendo a la magia de estos pequeños muñecos.

¿Tienes pensado dejar de coleccionar? ¿O has pensado en vender tu colección?
Ahora mismo estoy en un momento en el que considero que he dejado de coleccionarlos. Cosas de la vida. Sí que me he planteado incluso desprenderme de ellos, aunque no sé si sería capaz de venderlos… he estado ligado a ellos tan íntimamente, que venderlos se me antojaría una traición. ¿Regalarlos?

¿A qué tipo de coleccionista de Playmobil crees que perteneces?
Clases A (de acaparador) y B (de brutísssimo, como decimos en estas tierras). Durante muchos años, he comprado todo lo que tenía a tiro.

¿Dónde guardas tus Playmobil más preciados?
Los tengo de dos tipos: los más antiguos, que formaron parte de mi infancia, y los que me han regalado mis amigos, todos ellos custom que puedo ver todos los días en la repisa de la chimenea de mi casa. (Gracias, amigos míos). Tengo también algunas referencias de «valor económico», que no tienen para mí el mismo valor que los dos primeros, ni por aproximación.

¿Sueles customizar tus muñecos o prefieres dejarlos tal como son los originales?
No soy customizador, lo que más me gustó siempre fue crear escenarios.

¿Cuál es tu temática favorita y que tema te gustaría que tocase Playmobil?
El oeste, sin duda. Pero también me gustan mucho otras temáticas: mi mujer y mis hijos tienen mucha culpa de ello.

¿Cómo conociste Aesclick? ¿Por qué decidiste inscribirte en la asociación?
Ya sabes… en una página de venta archiconocida. Un vendedor firmaba «en mayo, feria en Madrid, en mayo, feria en Madrid». Finalmente, le escribí preguntándole qué era eso de «feria en Madrid». Acabé cogiendo el coche y plantándome en Madrid a verla. El primero que habló conmigo era un tal «Tonka». Hablamos y hablamos… curiosamente más de «filosofía» que de Clicks. Fue eso lo que me convenció. Muy poco tiempo después, me encontré al costado de una mesa, «clavando» kekos… ya entonces había quienes entendían esta afición de otra forma distinta y decidieron marcharse. Pude elegir y me quedé aquí. No hace falta decir más.

¿Qué es para ti Aesclick?
No te diré lo que es ahora mismo, pero sí lo que fue: fue lo más importante que había en mi vida, una vez descontado lo que yo llamaba «la vida real». Casi nada.

¿Qué es lo que más te gusta de Aesclick? ¿Y lo que menos?
Lo que más, muchísimas cosas, fundamentalmente, «el espíritu» que lo ha gobernado hasta hoy. El compañerismo, el altruismo con el que se hacía todo, las risas, los palizones, la ilusión que nos proyectaba, algo muy difícil de describir, pero muy fácil de entender, aunque algunas voces, siempre pocas, pero con decibelios, periódicamente lo pongan en entredicho. Para mí, esto es irrenunciable, pues es lo que nos diferencia y también lo que nos ha permitido llegar hasta donde ha llegado esta asociación, materializando oportunidades que no habrían llegado a concretarse nunca, de no actuar bajo la bandera de la acción desinteresada.

El Guinness, sin ir más lejos, fue posible gracias a esto. Al menos, el Guinness que se hizo realidad, porque hubo otros que lo intentaron, pero no lo consiguieron, incluso algunos nos recriminaron haberlo dejado «tan alto», perdiendo así la oportunidad de «ir batiéndolo periódicamente» recogiendo los beneficios que pudiera reportar. Esta singular visión no tiene desperdicio, desde mi punto de vista. Te refiero un comentario que me hizo la persona que creyó en nosotros lo suficiente como para patrocinar aquél sueño: «Jamás vi un colectivo tan numeroso con una unidad tan patente ni tan sólida, poniendo tanto esfuerzo en pro de una ilusión. Increíble». Literal. Tantos «tan» hacen que todavía hoy me emocione recordarlo. En mi caso, un refrendo a lo que ya pensaba, uno muy potente, teniendo en cuenta de quién procedía. Llevaba también implícito un mensaje que en su momento no supe comprender, queda en mi fuero interno y en mi deber personal no haberlo visto a tiempo.

Lo que menos me gusta es lo que ahora mismo ha hecho que desaparezca la ilusión que entonces se apoderó de mí y que mantuve durante años: la posibilidad de que esto se pierda, y nos convirtamos en una asociación más, donde lo que hasta ahora ha sido indiscutible pase ahora a un segundo plano, o incluso desaparezca.

¿Qué cambiarías de Aesclick?
Varias cosas, pero con más calma y menos vehemencia. Me gustan más las evoluciones que las revoluciones. El mismísimo Napoleón nos enseñó que la palabra es más fuerte que la espada. Abundando más: el fuego no permanece mucho tiempo, las llamas se apagan y después hay que resurgir de las cenizas. Pero vaya, soy optimista. Al final, los que sobreviven al fuego…

¿Qué cosas te gustaría que te proporcionara Aesclick?
Lo que me ha venido proporcionando: ante todo, la capacidad de soñar y la oportunidad de hacer realidad esos sueños, compartiéndolos con otros como yo. Volvemos siempre al mismo concepto, una y otra vez.

Te hemos visto participar en muchos montajes de exposiciones Aesclick y otros eventos de la Asociación. ¿De cuál guardas un mejor recuerdo? ¿Por qué?
De casi todos guardo recuerdos inolvidables. Soy un nostálgico, cuanto más tiempo ha pasado, mejor recuerdo guardo de ellos… seguramente porque ya se me ha olvidado lo que se suda… o quizás porque todavía no se me ha olvidado, aunque últimamente no me prodigue.

¿Qué es lo que más te gusta de estos eventos?
… un poco más arriba: «el espíritu» que los preside, ¡que no cambie nunca! En mi opinión, si cambia, ya no será lo mismo, ni siquiera parecido.

¿Cómo presentarías a Aesclick a alguien que no conociera sus actividades y su fin?
Desde un punto de vista «racional», como uno de los pocos ejemplos que todavía pueden verse por ahí de colectivo desinteresado capaz de aplicar sus esfuerzos al servicio de una ilusión. En este «universo»… el último con esa característica. De nuevo: ¡Que no cambie nunca!

Desde lo «sentimental», como una «isla de fantasía», real y palpable: un sitio donde se puede «volar» y además, en compañía. Impagable.

 Entrevistas a los socios